Me gusta caminar por las calles de mi barrio
de Flores; cuando paso por la plaza, siempre me detengo a contemplar el robusto
algarrobo; está tan pesado, que lo ayuda a sostenerse un tronco, yo le digo que
es su bastón; tiene una placa que dice,” Retoño del algarrobo histórico de la quinta del general Juan Martín de
Pueyrredón 1816-1966” .
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¡Cuánta historia que tenés!- suelo decirle-
si pudieras hablarme, ¡cuántas cosas me contarías, añoso algarrobo! Esta
mañana, me detuve sólo para decirle lo
importante que es para mí, que contemplarlo me deleita, que me enorgullece
tenerlo en el barrio, al igual que la iglesia y la calesita. Son la magia de este
lugar.
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Una señora canosa, arregladita, se me acercó,
se apoyaba en su bastón.
-¿Vivís cerca?- me preguntó-
-Si, cruzando
la vía, justo a la vuelta de la casa
Marcó del Pont-le respondí
-Siempre te observo mirar el algarrobo – me dijo- no es muy frecuente
que la gente se detenga frente a él para mirarlo tanto.
-¡Tiene tanta historia!- le contesté.
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-La humanidad tiene historia- me dijo- , el mundo, los lugares, las personas, todo es historia,
mañana vos y yo, este encuentro, ya será parte de tu historia. Hay historias escritas,
hay otras secretas; por eso las historias son profundas como las raíces de este
algarrobo; a veces misteriosas, otras difíciles de conocer, esa raíz vino de
otras que le dieron vida, las historias son complicadas, por eso cuando lo
observás ves el ejemplo, crece
orgulloso, absorbiendo el alimento de lo que tiene enterrado, él muestra lo mejor que tiene, .permanece, no
pretende ser otra cosa, generoso, noble y dadivoso, sólo eso, un árbol.
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-¿Usted dónde vive?- le pregunté.
-Acá- soy el barrio, igual que vos, todos
somos parte de él, por eso lo que importa es hoy, ayer ya pasó, recorrer estas
calles también es dejar huellas, amar el lugar, conversar con el algarrobo,
todo forma parte de la historia de todas las cosas, ¿por qué mirar para atrás?
,el algarrobo ve subir a los niños a la calesita y luego volverse hombres y más
tarde ancianos ,escucha las campanas de la iglesia sin importarle qué día es,
se siente amado cuando alguien pasa y se
detiene junto a él ,esa es su historia diaria, permanecer.
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-Señora, perdone, ¿cómo se llama usted?, me
gusta mucho lo que me dice, quisiera volverla a ver, ahora ya me tengo que ir, pero
siempre paso por acá, ¿dónde la puedo encontrar?
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-Yo estoy todos los días, me llamo Prosopis desciendo
de la familia Fabáceas
- ¿Prosopis
de la familia Fabáceas?, ¡que nombre raro! voy
a buscar en Internet, a ver si encuentro esta familia, ¿habrán sido de
Flores?
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Apareció así, Prosopis “algarrobo”, de la
familia de las fabáceas, ¡me dijo el nombre del algarrobo!, ¡tenía un bastón,
igual que él!
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¿El algarrobo me habló?
¡Mi barrio tiene magia!, ¡mi barrio tiene
magia!...Grite una y otra ves.
María Marta Spindler.
Este cuento
obtuvo 3º premio en el concurso “Mi barrio tiene magia”
otorgado por la Junta de Estudios Históricos
del Barrio de Liniers
y el Club de Leones Buenos Aires Liniers.
y el Club de Leones Buenos Aires Liniers.
-Está
publicado en su libro “Rogelio y Alqui Trank”-
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