viernes, 29 de agosto de 2014

EL ALGARROBO

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   Me gusta caminar por las calles de mi barrio de Flores; cuando paso por la plaza, siempre me detengo a contemplar el robusto algarrobo; está tan pesado, que lo ayuda a sostenerse un tronco, yo le digo que es su bastón; tiene una placa que dice,” Retoño del algarrobo histórico  de la quinta del general Juan Martín de Pueyrredón  1816-1966”.
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  ¡Cuánta historia que tenés!- suelo decirle- si pudieras hablarme, ¡cuántas cosas me contarías, añoso algarrobo! Esta mañana,  me detuve sólo para decirle lo importante que es para mí, que contemplarlo me deleita, que me enorgullece tenerlo en el barrio, al igual que la iglesia y la calesita. Son la magia de este lugar.
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  Una señora canosa, arregladita, se me acercó, se apoyaba en su bastón.
  -¿Vivís cerca?- me preguntó-
  -Si, cruzando  la vía, justo a  la vuelta de la casa Marcó del Pont-le respondí
  -Siempre te observo mirar  el algarrobo – me dijo- no es muy frecuente que la gente se detenga frente a él para mirarlo tanto.
  -¡Tiene tanta historia!- le contesté.
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  -La humanidad tiene historia- me dijo- , el  mundo, los lugares, las personas, todo es historia, mañana vos y yo, este encuentro, ya será parte de tu historia. Hay historias escritas, hay otras secretas; por eso las historias son profundas como las raíces de este algarrobo; a veces misteriosas, otras difíciles de conocer, esa raíz vino de otras que le dieron vida, las historias son complicadas, por eso cuando lo observás ves el ejemplo, crece  orgulloso, absorbiendo el alimento de lo que tiene enterrado, él  muestra lo mejor que tiene, .permanece, no pretende ser otra cosa, generoso, noble y dadivoso, sólo eso, un árbol.
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  -¿Usted dónde vive?- le pregunté.
  -Acá- soy el barrio, igual que vos, todos somos parte de él, por eso lo que importa es hoy, ayer ya pasó, recorrer estas calles también es dejar huellas, amar el lugar, conversar con el algarrobo, todo forma parte de la historia de todas las cosas, ¿por qué mirar para atrás? ,el algarrobo ve subir a los niños a la calesita y luego volverse hombres y más tarde ancianos ,escucha las campanas de la iglesia sin importarle qué día es, se  siente amado cuando alguien pasa y se detiene junto a él ,esa es su historia diaria, permanecer.
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  -Señora, perdone, ¿cómo se llama usted?, me gusta mucho lo que me dice, quisiera volverla a ver, ahora ya me tengo que ir, pero siempre paso por acá, ¿dónde la puedo encontrar?
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  -Yo estoy todos los días, me llamo Prosopis desciendo de la familia Fabáceas
  -  ¿Prosopis de la familia Fabáceas?, ¡que nombre raro! voy  a buscar en Internet, a ver si encuentro esta familia, ¿habrán sido de Flores?
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  Apareció así, Prosopis “algarrobo”, de la familia de las fabáceas, ¡me dijo el nombre del algarrobo!, ¡tenía un bastón, igual que él!
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  ¿El algarrobo me habló?
  ¡Mi barrio tiene magia!, ¡mi barrio tiene magia!...Grite una y otra ves.

                                                                        María Marta Spindler.

Este cuento obtuvo 3º premio en el concurso “Mi barrio tiene magia”
otorgado por la Junta de Estudios Históricos del Barrio de Liniers
y el Club de Leones Buenos Aires Liniers.
-Está publicado en su libro “Rogelio y Alqui Trank”-           

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